Sin anuncio previo y desafiando el coronavirus una delegación del Reino de Noruega, encabezada por el representante Dag Halvor Nylander llegó de nuevo al país para constatar la situación sanitaria y económica como pretexto, pero en verdad para impulsar nuevamente la posibilidad y necesidad de un acuerdo entre el gobierno de Nicolàs Maduro y sectores de la oposición representado hasta ahora por el llamado G-4 (PJ,VP,AD y UNT) para superar el cuadro de conflictividad pòlìtica y los crecientes niveles de la crisis nacional.

Nylander evadió el encuentro con la prensa pero en su cuenta en las redes sociales reiterò el interés de su país en actuar como facilitador de posibles encuentros entre los factores en pugna. En cambio, Maduro sorpresivamente saludò la presencia del emisario y hablò de su reuniòn con el Vicepresidente de Informaciòn Jorge Rodrìguez y curiosamente también, Elilott Abrams el Enviado Especial de Estados Unidos para Venezuela escribiò en Twitter: “Siempre es alentador ver a los noruegos permanecer activos y comprometidos en Venezuela”. La reacción opositora no se hizo esperar. Juan Guaidò desde el Parlamento negó de plano cualquier nuevo proceso de diálogo por cuanto “es un camino cerrado”; mientras voceros de Avanzada Progresista como Ricardo Rios y Eduardo Semtei saludaron positivamente una nueva gestión negociadora, opinion que fue compartida por otros dirigentes de la Mesa de Diàlogo Nacional.

Un nuevo ciclo de negociaciones sería el nùmero trece ya que a los largo del 2019 primero de manera confidencial y posteriormente en mesas de trabajo en Oslo y Barbados, se avanzò en temas que finalmente se frustraron cuando la solicitud del cese a las sanciones de Estados Unidos hecha por el gobierno fue negada por Washington y aceptada por la delegación opositora. No obstante, el asunto de la negociaciòn siempre estarà presente en el marco de todas las crisis. De allì que el llamado “Metòdo de Oslo” se utilice como referencia en los màs diversos y terribles conflictos incluso militares y a nivel mundial.

De esta manera, para la diplomacia noruega se trata de una pràctica que no cesa con la falta de resultados en una ocasión sino que se mantiene como un recurso permanente y mas aùn dada la complejidad de la actual geopolitica este se torna cada vez màs necesario y urgente en resguardo de la vida de las poblaciones.


VOTO Y POSTPANDEMIA

La crisis venezolana enfrenta también un desafío con la elecciones parlamentarias convocadas para el 6 de diciembre y que han profundizado las divergencias en el mundo antimadurista en cuanto a la participaciòn en las urnas. Los resultados de la consulta (dada la abstención de algunas figuras representativas de los principales partidos) podría cambiar a partir de enero el elenco dirigencial opositor, asì como la casi segura emergencia de nuevos liderazgos, lo cual abrirìa espacio también para gestiones en busca de entendimientos incluso con agentes de la sociedad y no solo de los partidos polìticos Al mismo tiempo (y sin duda ello influyò en la presencia ahora de los emisarios de Noruega), el conflicto multifactorial que vive Venezuela y que despierta interès internacional seguramete cobrarà mayor relieve de sumársele las consecuencias ya catastròficas de la llamada “postpandemia del coronavirus”.