La destitución del Presidente Martín Vizcarra por el curioso delito de “incapacidad moral” desata la protesta popular y puede conducir a un conflicto mayor en la convulsa región suramericana
Martin Vizcarra, Presidente Provisional a raíz de la destitución por el Parlamento del mandatario Pedro Pablo Kuczynski en marzo de 2018, acudió a una nueva cita parlamentaria para atender solicitud de otra “moción de vacancia”. Un mes antes hizo lo propio ante la solicitud de 65 congresistas para responder sobre su responsabilidad en el caso que involucraba a Richard Swing nombre artístico del cantante Richard Cisneros Carballido, por la firma de contratos para “charlas motivacionales y liderazgo” por cincuenta mil dólares, según revelaciones de la secretaria Karen Roca, y que habrían sido autorizados por Vizcarra en abril en plena pandemia del coronavirus en razón de su amistad con el beneficiario. La votación final para destituir al Presidente no alcanzó entonces a los 87 votos mínimos requeridos.
De allí, que la tarde del lunes 7 el gobernante no esperara un resultado distinto si se trataba de votar el mismo procedimiento. Ahora la solicitud era promovida por un grupo de 27 parlamentarios de UPP, Podemos; Frente Amplio y Acción Popular, que lo acusan de recibir sobornos por 2.300.000 dólares por dos obras públicas cuando era gobernador de Moquegua. ¿Que había cambiado en un mes para que un caso si se quiere menos grave que el anterior y cuya denuncia y detalles conoció la opinión pública apenas una semana antes, desplazara la votación mayoritaria de los parlamentarios? La sorpresa se produjo cuando 105 votos fueron a favor y solo 19 en contra con 4 abstenciones. Vizcarra era destituido, asumía el cargo el presidente del Congreso Manuel Merino, del grupo político Acción Popular y en las calles se activarían manifestaciones y marchas a favor y en contra de Vizcarra pero también en repudio a Merino, lo que en el fondo demuestra el rechazo a la actuación de una dirigencia política alejada de las expectativas reales de la población y motivadas por una temprana disputa de cara a las elecciones generales del próximo 11 de abril de 2021.
VIZCARRA CANDIDATO
Martin Vizcarra, limeño, es de profesión ingeniero pero conocido por su actuación en la política Se destaca en las luchas reivindicativas en la región de Moquegua de donde proviene su familia y de la que fue gobernador. En 2016 forma parte de la fórmula presidencial de Pedro Pablo Kuczynski junto a Mercedes Aráos y es nombrado jefe de campaña del partido el Kambio y tras la victoria en la segunda vuelta el 30 de junio de 2016 designado primer vicepresidente y encargado el despacho de Transporte y Comunicaciones y con breve pasantía como embajador en Canadá de donde es llamado para ocupar la vacante dejada por la renuncia del mandatario al ser aprobada la “moción de vacancia”
En dos años de mandato debió enfrentar una severa crisis con el enfrentamiento con el poder legislativo que implicó incluso el receso del Parlamento por un tiempo y pero ha sabido proyectar además una imagen de funcionario equilibrado, ajeno a la pugnacidad partidista entre fujimorismo y antifujimorismo y además con un manejo admistrativo profesional ante una cada vez más grave crisis política alimentada por las denuncias y juicios de corrupción en su mayor parte, salvo ahora con Vizcarra, por los sobornos generosos de la empresa brasilera Odebrecht y los juicios a los ex presidente Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Alan García, quién se suicidó el año pasado, y el propio Kuczynski.
El hecho de no liderar un partido e incluso de no tener presencia parlamentaria, que en Perú es un escenario en evidente descredito, y el tono y orientación de su discurso le han permitido ser percibido al margen de las figuras tradicionales insertas en la agria confrontación diaria, como un dirigente confiable e independiente y de tal manera que su gestión tiene, según promedio de los sondeos una aprobación el 60 por ciento aún sin el impulso de la campaña electoral. Para algunos analistas personajes cercanos al ex mandatario estarían influyendo para su postulación como candidato en la venidera consulta lo cual le daría paso a la posibilidad de triunfo. Ello, sin duda habría pesado en las direcciones de los principales partidos para impulsar su vacancia, y quién posiblemente también sea inhabilitado para optar en eventos comiciales.
SE CALIENTA LA CALLE
La crisis peruana que se había dirimido en un conflicto de poderes, o en el enjuiciamiento de líderes de partidos sin mayor incidencia en la calle, seguramente por la modesta capacidad de movilización de partidos divididos y confinados a pugnas internas; pero también en buena medida por los indicadores económicos , ,antes de la aparición del coronavirus, lo cual atenuaba la presión de los niveles de desigualdad social, que explican la creciente violencia en los país vecinos con Chile y Ecuador podría cobrar ahora mayores dimensiones. La destitución de Vizcaya y la forma aplicada ha sido condenada por los organismos internacionales, derriba la autoridad del “Grupo de Lima” en el apego a la legalidad democrática continental, y puede ser el detonante de un conflicto de mayor alcance. Y todo por ceder y aplicar el curioso delito de la “incapacidad moral”.