El Cine Negro, Film Noir (1930)
Bulevar 19/04/2020 07:00 am         


El origen del término “Cine Negro”, proviene de una colección de novelas policíacas y de novela negra publicada por la editorial Gallimard



Francisco A. Casanova S.


Georges Sadoul dijo: “Un género por excelencia del cine norteamericano es el policial que ha evolucionado según las recetas de moda: violencia, sexo, sin que falte el condimento político”[…] “Una variante del policiaco quizás la única que adquirió carácter de nobleza es el cine negro”.

En su origen, el cine negro tomará prestado para generar gran parte de su ambientación el estilo del expresionismo alemán de principios del siglo XX que abarcó teatro, pintura, escultura y fotografía. En esta corriente, la presencia de las sombras y las luces era de suma importancia ya que a partir de éstas se generaba la atmósfera precisa para darle la profundidad y dramatismo necesarios para crear una historia llena de misterio y acciones que no cualquier ser humano estaría dispuesto a realizar conociendo las consecuencias a las que podría atenerse. Con el creciente éxito de la escena cinematográfica en Hollywood y el surgimiento del régimen nazi en varias partes de Europa, varios miembros de la escuela expresionista alemana decidieron migrar a América para evitar la catástrofe que se avecinaba. Uno de esos autores fue Fritz Lang, responsable de la primera producción perteneciente al género negro: "M, el maldito" de 1931. Lang fue pionero del cine sonoro y en esta cinta incorpora a un personaje con rasgos criminales dentro de su trama (D. Cera). El expresionismo alemán tuvo su punto distintivo en la deformación de la realidad mediante la visión personal que los directores tenían de sus preocupaciones. Con ello, se pretendía expresar de una forma más subjetiva la naturaleza del ser humano, dando preponderancia a la expresión de los sentimientos más que a la descripción objetiva de la realidad. Algunas de estas preocupaciones se plasmaban en críticas al materialismo dominante en la sociedad de la época, a la vida urbana y en visiones apocalípticas sobre el colapso de la civilización, a veces cargados de contenido político revolucionario. Un claro ejemplo del expresionismo alemán es ‘Metrópolis’ (1927) de Fritz Lang. La influencia del expresionismo alemán en el cine negro fue debida especialmente al número de directores, principalmente alemanes, que dejaron Europa y se dirigieron a EE.UU. Directores como Ernst Lubitsch, F.W.Murnau, Fritz Lang, Billy Wilder, Douglas Sirk y E.A.Dupont, junto con innumerables técnicos, guionistas y actores. Así como Alemania es la cuna del expresionismo, Estados Unidos será la del cine negro.

El origen del término cine negro, proviene de una colección de novelas policíacas y de novela negra publicada por la editorial Gallimard. Los críticos de cine franceses, en concreto del crítico Nino Frank, se inspiraron en esa colección de novelas para referirse a un tipo de cine con aspecto visual y trasfondo mediático, muy similares a los de este tipo de novelas. Frank acuñó el término film noir (cine negro) en un artículo de 1946, hablando de películas del Hollywood de los años 1940. El existencialismo europeo ejerció también una influencia en el cine negro americano en los años 40 y 50, y Steven M. Sanders, afirma que "el hilo que atraviesa el diseño del cine negro es el sentido de que la vida no tiene sentido" y el libro "La Filosofía del Noir", expresa que el cine negro importó la alienación, la duda y el temor "europeos" en el marco de la película policíaca americana.

Unido a lo anterior, los orígenes del cine negro y por qué floreció, dónde y cuándo lo hizo, son muy complejos, y no se puede ser concluyente, pero es bastante evidente que el cine negro surgió antes de que los EE.UU. entraran en la II guerra, y tuvo sus orígenes principalmente en la nueva ola de directores y cineastas europeos emigrados, que crearon un nuevo tipo de cine a partir de las películas de gángsters de los años 30 y las novelas de preguerra de Dashiell Hammett, Raymond Chandler, James M. Cain, y Cornel Woolrich. Muchos han sostenido que el cine negro se originó en el trauma de la Segunda Guerra Mundial, lo cual no es correcto ya que grandes novelas de cine negro, como El Halcón Maltés (1941) y El gran sueño (1945), por ejemplo, fueron llevadas a la pantalla en los años 40, fueron escritas antes de la Segunda Guerra Mundial en los años 30, y no pueden ser entendidas en referencia al trauma de la posguerra. Esto no quiere decir que la experiencia de la Segunda Guerra Mundial no influyera o informara los temas y el desarrollo del ciclo del cine negro en la posguerra. Raymond Borde y Étienne Chaumeton, al tratar de explicar por qué apareció el cine negro, consideraron que una influencia importante era la aparición de una mayor conciencia del psicoanálisis y sus motivos en América en ese momento. Su análisis del canon de los tres primeros grandes noir de la posguerra se centró en las cualidades oníricas de las películas y en la aparición de protagonistas con psicosis pronunciadas: El Gran Sueño (1945), Gilda (1946) y La Dama de Shanghai (1947). El cine negro fue una manifestación del miedo, la desesperación y la soledad en el centro de la vida estadounidense. Este nuevo género fue en sí mismo un sistema que no estaba asociado a ningún género o fórmula narrativa anterior. Fue más bien un estilo cinematográfico nuevo y ligado directamente al período histórico en el que surgió, marcado por la gran depresión, la prohibición y la segunda guerra mundial. Estas temáticas son generalmente abordadas en estas películas, por lo que es muy posible leer la realidad de Estados Unidos en la época a partir de la narrativa cinematográfica de este género. Los años 30, fue una época de grandes crisis, totalitarismos, exclusión social, corrupción… Entonces, el cine americano comienza a sacar sus tramas y argumentos de las novelas populares y de las páginas de sucesos. Ya a principios de los 30 se vaticinaba un cambio de rumbo en las producciones hollywoodienses. Comenzaron a surgir films sobre gánsteres y crimen urbano ambientados en la era de la Depresión, junto con las populares películas de terror. Pero, a diferencias de las películas de terror, el cine negro fue uno de los pocos géneros comerciales en los que la realidad cotidiana, la de los sucesos del día a día estaba presente.

El consenso general es que la primera película de cine negro fue, Strangeronthe Third Floor (1940) una película de RKO de sólo 64 minutos, que fue un hito en varios aspectos. El guión es del austro-húngaro Frank Partos, el director es el emigrante letón Boris Ingster, y la fotografía es del cineasta italiano Nicholas Musuraca. Con mayoría de actores clase B como protagonistas, la película está impulsada por la inteligencia del guion, la fuerza de la dirección y la cinematografía, y los excelentes giros de Peter Lorre como el Extraño y Elisha Cook Jr. como el taxista acusado de asesinato.

El cine noir cuenta con sus propias características estéticas y narrativas. En el ámbito narrativo, estas historias suelen tener un carácter policiaco y misterioso, carentes de finales felices, con relaciones amorosas poco exitosas, cargado de fatalidad, miedo, traición, y totalmente carente de ingenuidad y optimismo.

En el género negro la imposibilidad de distinguir entre el bien y el mal provoca que la violencia sea sentida, “la sombra de la violencia gravita sobre todo el relato y acaba creando una atmósfera de desasosiego que se traslada tanto a la película como al espectador” (Heredero & Santamarina). La violencia es un elemento estructurante de este género ya que durante todo el relato se siente una violencia implícita, omnipresente.

Las películas de este género girarán en torno a temas criminales, sus personajes vivirán situaciones extremas estando siempre en peligro. El cine noir o negro tiene una estrecha relación con la noche. Por esta razón, la mayor parte de la acción sucede en momentos nocturnos. Para completar la estética nocturna, el cine noir toma prestada la técnica tradicional del claro oscuro y el tenebrismo, con una influencia muy estrecha del expresionismo alemán.

Otras características del cine noir incluyen las escenografías como callejones, lugares de lujo, edificios de apartamentos, hoteles residenciales, lugares con niebla; personajes como taxistas, camareros, la figura de la femme fatale y el héroe perspicaz (sombrero, traje, corbata) y personajes misteriosos. Son películas que le hacen creer al espectador que nunca habrá un final feliz.

Las grandes películas de cine negro tienen tanto un atractivo popular como un mérito artístico porque sus temas abordan la condición humana y la fragilidad de la vida normal, que en cualquier momento puede verse sumida en el abismo del caos, a través del azar o de la acción individual, inocente o no, y como la ambivalencia moral, la lujuria, el amor y la avaricia pueden destruir vidas.

En el cine negro, es la narrativa y la angustia existencial lo que impulsa a un protagonista mayoritariamente masculino, que en la mayoría de los casos es víctima de una mujer fatal manipuladora, La Femme Fatale, que es un elemento esencial del cine negro. Los hombres siempre usan sombreros de ala ancha, traje entero, corbata, coches con estribos y viven hoteles residenciales en mal estado.

Los protagonistas de los Films Noirs son los tradicionales héroes macho y las heroínas domesticadas de Hollywood: la Femme Fatale o Mujer Fatal. Esta mujer fatal se caracterizaba por ser una seductora descarada que presiona al héroe y cuyos motivos y lealtad no van en consonancia con los que persigue el protagonista. O se duda de su buena voluntad durante muchas partes del film. La femme fatale tenía frecuentemente roles principales y representaba la figura de la mujer manipuladora, que podía traicionar o en otros casos maniatar al líder masculino. Las mujeres siempre están listas para amar o para asesinar. Por lo general utilizan escotes bajos, sombreros, rímel, lápiz labial, tocados, tacones altos y vestidos de color rojo. Las actrices asumían papeles en los que no interpretan a la típica chica sumisa y desprotegida, sino que se apropian de las características de alguien capaz de conquistar a quien se lo proponen así como de asesinar al primero que se atreva a no cumplir con sus caprichos. Muchas de las actrices de Hollywood de los años 30, 40 y 50 alcanzaron sus mayores éxitos interpretando este tipo de personaje: Lauren Bacall, Gloria Grahame, Rita Hayworth, Ava Gardner o Joan Crawford y Barbara Stanwyck. Dos películas son memorables en el tratamiento de la Femme Fatale: Double Indemnity (1944) y BodyHeat (1981). En la primera, basada en la novela de James M. Cain y con una dirección y un guión brillante de Wilder y Raymond Chandler; Barbara Stanwyck (Phyllis Dietrichson) le dice a Fred MacMurray (Walter Neff): “No, nunca te he amado, Walter... ni a ti ni a nadie. Tengo el corazón carcomido. Te he utilizado como dijiste. Eso es todo lo que has significado para mí. Hasta hace un minuto, cuando no pude disparar el segundo tiro.” En BodyHeat (1981), notable realización y guion de Lawrence Kasdan; Kathleen Turner (Matty Walker) le dice a William Hurt (Ned Racine) cuando lo conoce: "No eres demasiado inteligente, ¿verdad?", Me gusta eso en un hombre.". Turner es el centro de la trama, es ella quien va llevando a Hurt a su propia destrucción, y logra todo lo que se propuso. El cine negro emplea un lenguaje metafórico donde las escenas se caracterizan por una iluminación tenebrosa en claroscuro. La mayoría de las escenas se desarrollan en localizaciones urbanas durante la noche y con mucha humedad en el ambiente, donde también es usual la presencia de humo. Se utilizaba este tipo de ambientación debido al uso de las sombras para exaltar la psicología de los personajes. Sus diálogos son cortantes, secos y cínicos, con finales desencantados y trágicos (no happyending). Estas características están perfectamente delineadas en una joya llamada Sweet Smell of Success (1957), dirigida por Alexander Mackendrick, guion de Clifford Odets y Ernest Lehman y la brillante actuación de Burt Lancaster y Tony Curtis.

En el cine negro siempre hay una lucha individual por la supervivencia, la ambición está en manos de todos, así todos son poderosos (pues pueden acceder a la cima) y frágiles (porque sólo se tienen a sí mismos). “Es un paisaje moral donde todos siempre tienen algo que esconder y todo el mundo engaña a alguien para obtener un beneficio económico, …” (Heredero & Santamarina). Esta lucha por el poder lleva a que no haya espacio para ningún tipo de relación humana, ya sea profesional, de amor o amistad. En la magistral “The Maltese Falcon, 1981”, dirección y guion de John Huston, basada en la novela de Dashiell Hammett y protagonizada por Humphrey Bogart y Mary Astor, todos persiguen un mismo objetivo, el anhelado halcón, sin embargo, nadie confía en el otro, todos viven en un mundo de mentiras, y nadie se ayuda realmente, este individualismo los lleva al abismo, ya que ninguno consigue el valioso trofeo, y se quedan más solos que en un comienzo, dadas las numerosas muertes que se realizaron por conseguirlo.

El Cine Negro o Film Noir, nos ha dejado un gran legado cinematográfico. Películas como: The Maltese Falcon 1941; Double Indemnity 1944; The Big Sleep 1946; Body and Soul 1947; Out of the Past 1947; The Lady From Shanghai 1947; Raw Deal 1948; The Set-Up 1949; The Asphalt Jungle 1950; Sweet Smell of Success 1957; Body Heat 1981. Grandes Directores como Orson Welles; Fritz Lang; John Huston; Otto Preminger; Billy Wilder; Michael Curtiz; Howard Hawks; Jean Renoir; John Sturges; Stanley Kubrick; Robert Aldrich; Jules Dassin; Carol Reed; Raoul Walsh; Alexander Mackendrick; Jacques Tourneur; Nicholas Ray; Robert Siodmak; Jean Negulesco; Robert Rossen; Charles Vidor; Fred Zinnemann; Elia Kazan y grandesactrices y actores como Humphrey Bogart; Barbara Stanwyck; Sterling Hayden; Edward G. Robinson; Lauren Bacall; Dana Andrews; Gene Tierney; Orson Welles; William Holden; Joan Bennett; Fred MacMurray; James Cagney; Gloria Swanson; Jane Greer; Robert Mitchum; Veronica Lake; Jane Russell; Alan Ladd; Virginia Mayo; Claire Trevor; Lizabeth Scott; Audrey Totter; Dan Duryea ; Robert Ryan; Peter Lorre; Mary Astor; Raymond Burr, participaron de la construcción y desarrollo de este extraordinario género.







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