En 1899 Cipriano Castro, natural de Capacho, estado Táchira, casado con Zoila Rosa Martínez, una cucuteña, asume el poder y se convierte en el presidente N° 27 de Venezuela. En 1906 le nace su única hija legítima: Rosa Castro Martínez.

 En 1908 Cipriano enferma y decide irse a Alemania a que lo operen. Deja encargado de la presidencia a su compadre y vicepresidente, Juan Vicente Gómez. Una vez fuera del país, Gómez, con el apoyo del Congreso, lo desconoce y asume la Presidencia, traicionando a su compadre y exiliándolo hasta su muerte fuera del país. Doña Zoila acompaña a su esposo a Alemania, donde sale bien de la operación. Mientras tanto su pequeña hija Rosa está en Caracas, cuidada por otros familiares.

A Castro no le permiten entrar más al país y Doña Zoila, muy a su pesar, decide dejarlo y se viene a Caracas. Porque necesita atender a su hija y sus propiedades. El gobierno de Gómez al menos la protegió y no le confiscaron sus bienes. Eso sí tenía Gómez: meterse con una mujer sola y con una hija pequeña, nunca.

Doña Zoila sabe que lo mejor para su pequeña hija es irse de Venezuela. La manda a estudiar a Nueva York, a un colegio de monjas, pero aunque siempre fue buena estudiante, Rosa era rebelde, muy inteligente e independiente... Además era muy hermosa. Y pícara... 

 En 1924 uno de los primeros directores de cine, Ralph Ince, anda buscando talentos y hace un casting. Rosa, a quien siempre le ha llamado la atención el teatro, participa y queda seleccionada para una película. Tiene apenas 18 años de edad. 

 Adopta el nombre artístico de Lucille Mendez y dos años después se casa con ese director. Matrimonio que duró sólo seis años. Rosa hizo unas 16 películas, varias en Hollywood y otras en México y estuvo en Caracas en los años treinta, visitando a su madre pero después se fue para no volver más nunca. Su última película fue en 1946, en México: «Más allá del amor» y se radicó a vivir en San Diego, California.

 Se dice que en el 2003, con motivo del traslado de los restos de su padre, Cipriano Castro, al Panteón Nacional, fue invitada por el gobierno a asistir, pero al parecer no pudo por sus achaques. Ya para ese momento tenía 97 años de edad. Rosa Martínez Castro, murió en San Diego en 2008, con 101 años de edad y es la primera venezolana en ser actriz en Hollywood.