Por Eleazar López-Contreras
En 1924 tuvo lugar la primera exhibición boxística en Venezuela, que se extendió durante varias noches de ese mes. Las exhibiciones tuvieron lugar en el Gran Circo Metropolitano (ubicado cerca del viejo edificio de El Nacional). En el centro del coso, donde había corridas de toros y cine, peleas de animales, presentación de faquires y otras rarezas, se montó el primer ring boxístico venezolano. Ello generó un clamor popular para que se organizara el boxeo y, por disposición del Benemérito General. Juan Vicente Gómez y según decreto del Gobernador del Dtto. Federal. se creó la primera Comisión de Boxeo Profesional del país. A partir de entonces, la afición por el nuevo deporte cundió rápidamente entre la muchachada caraqueña. Surgieron improvisados managers, comenzaron aflorar las primeras figuras y avispados promotores, dispuestos, unos, a imponer el pugilismo y los otros a sacarle provecho.
La mencionada modalidad deportiva, sólo se conocía a través de las películas silentes y de las crónicas aparecidas en periódicos y revistas extranjeras que llegaban con cierta regularidad a Caracas. Las primeras peleas entre los boxeadores panameños fueron de exhibición, usando sus propios nombres o llamados Kid Martín o Kid Clarence o Midget (el enano) Fonetta. El programa lo completó la proyección de una cinta cinematográfica, titulada “La Chica del Mar”. Esta delegación de púgiles del istmo, arribó a Caracas contratados por Rafael Otazo, emprendedor e inteligente promotor venezolano de espectáculos públicos.
Para la noche del 1 de enero de 1924, se confeccionaron 3 peleas a 2 rounds cada una y actuó como árbitro el profesor de boxeo L. E. Fortique. Las localidades del circo se llenaron de un público entusiasta que presenciar la primera programación de boxeo. Los precios de las entradas estuvieron al alcance de todos: preferencia numerada (“ring side”) Bs. 5; asiento de palco Bs. 4; y gradas Bs. 2; damas y niños mitad de precio. En los intermedios de las peleas, se realizaron números de gimnasia sueca, a cargo de los mismos pugilistas. En la tercera velada de la temporada, con fecha 10 de enero de 1924, debutó el Primer Boxeador Venezolano, en la primera pelea de la noche, quien fue José Antonio Gil, natural de Caracas. Gil, se enfrentó al panameño Grosso, resultando el nativo un hueso duro de roer, para cualquier boxeador, según apreciación personal de los cronistas deportivos de aquella época.
La primera pelea oficial, no de exhibición, que se realizó en Caracas, fue protagonizada por el panameño Ricardo Grosso y el deportista caraqueño Rafael Carabaño, el 19 de enero de 1924. El combate resultó favorable para Carabaño, al recibir un golpe prohibido, (foul) que ameritó la descalificación de Grosso. Carabaño era un típico peleador callejero, guapetón, tirador de palos y de cabezazos. No se fijaba, ni media la corpulencia de su rival para fajarse a puño limpio. En subsecuentes peleas, cuando perdía un match en el ring, acostumbraba esperar en la calle a su vencedor para arreglar cuentas en plena vía pública (¡!).
La contienda duraba hasta que aparecía la policía, rolo en mano, dispersando primero al nutrido grupo de mirones, que gozaban un puyero presenciando boxeo de gratis y luego procedían a detener al iniciador de la refriega, que resultaba ser Rafael Carabaño, quien apresado, era conducido a pie, hasta el Cuartel de Policía de Las Monjas.