Al hacerme esa pregunta recuerdo cuando escuché jazz por primera vez, teniendo apenas seis años, estaba terminando la Guerra Mundial. Fue algo que me cautivó al instante y, siendo apenas un niño, supe cuál sería mi pasión. Hasta el sol de hoy, luego de sesenta años, sigo disfrutando de cada acorde como si fuera la primera vez.
2. ¿El Jazz tiene futuro en Venezuela?
Por supuesto, en Venezuela existe mucho talento que se está iniciando en esta corriente musical, parte de mi trabajo se enfoca en ayudar a formar esa nueva generación de relevo que viene abriéndose caminos. Lo bonito del jazz es que es una corriente musical que no se mantiene estática, sino que está en constante cambio, además de ser creativa y en permanente evolución. El jazz tiene futuro… aquí y en todo el mundo.
3. Una anécdota de sus inicios
Lo que más recuerdo y que atesoro con mucho cariño, es la primera vez que comencé a tocar piano a los 17 años recién llegando a Venezuela. Para ese momento trabajaba como portero nocturno de un reconocido club de La Guaira y habían comprado un piano para el restaurant que iban a inaugurar. Cuando todos se retiraban, practicaba mis acordes en el piano, hasta que el dueño se dio cuenta y me dejó tocar de forma permanente. Sesenta y dos años más tarde, toqué en el mismo restaurant con el mismo piano y tuve la misma sensación que aquella primera vez, fue muy gratificante ese reencuentro.