El baile de los diablos
El baile de los diablos
Identidad
27/06/2019 09:25 am
Los Diablos Danzantes de Corpus Christi constituyen la cofradía mas grande del mundo.
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Los Diablos Danzantes de Corpus Christi es una de las más importantes tradiciones populares de Venezuela desde el Siglo XVIII y declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2012. La representación de este año es la número 270 y constituyen la cofradía más grande del mundo y Hermandad más antigua del continente americano, lo cual los llena de orgullo. Las "Sociedades del Santísimo Sacramento". La fraternidad de diablos está dividida en un orden jerárquico, representado en sus máscaras.
Hay una historia que relata como 1740 fue el primer año o la primera vez que se presentaron los diablos de Yare. Era época de sequía y los pueblerinos, desesperados por perder la cosecha, le piden a Dios que llueva. Ese año llovió torrencialmente y en agradecimiento el pueblo se ofreció a vestirse de diablos. También se paran a los lados del camino donde recorren los diablos con agua, comida.
La festividad tiene lugar cada jueves de Corpus Christi y consiste en una danza ritual de los llamados “Diablos Danzantes”, los cuales visten trajes coloridos (normalmente de rojo), capas y máscaras de apariencia grotesca, adornos como cruces, escapularios, rosarios y otros amuletos.
La danza consiste básicamente en un acto de representación del bien sobre el mal, los diablos danzan en procesión por el pueblo hasta la puerta de la iglesia en donde se establece una especie de lucha entre los diablos y la custodia, y se preparan desde la noche anterior en una vigilia acompañado por el canto de fluías, rezos, y rosarios hasta el amanecer, para comenzar al día siguiente con dicho ritual, el padre los bendice para librarlos de todos los pecados cometidos por ellos.
Hay una historia que relata como 1740 fue el primer año o la primera vez que se presentaron los diablos de Yare. Era época de sequía y los pueblerinos, desesperados por perder la cosecha, le piden a Dios que llueva. Ese año llovió torrencialmente y en agradecimiento el pueblo se ofreció a vestirse de diablos. También se paran a los lados del camino donde recorren los diablos con agua, comida.
La festividad tiene lugar cada jueves de Corpus Christi y consiste en una danza ritual de los llamados “Diablos Danzantes”, los cuales visten trajes coloridos (normalmente de rojo), capas y máscaras de apariencia grotesca, adornos como cruces, escapularios, rosarios y otros amuletos.
La danza consiste básicamente en un acto de representación del bien sobre el mal, los diablos danzan en procesión por el pueblo hasta la puerta de la iglesia en donde se establece una especie de lucha entre los diablos y la custodia, y se preparan desde la noche anterior en una vigilia acompañado por el canto de fluías, rezos, y rosarios hasta el amanecer, para comenzar al día siguiente con dicho ritual, el padre los bendice para librarlos de todos los pecados cometidos por ellos.
La representación de este año es la número 270
Los Diablos danzan al son del repique de la caja, un tambor típico. Bailan por las calles del pueblo para luego arrodillarse al unísono frente a la iglesia, permaneciendo postrados en señal de respeto al Santísimo mientras el sacerdote los bendice.
Después de un baile por todo el pueblo, con los demonios sintiéndose poderosos y retando a todo lo sagrado, resulta impresionante el espectáculo del sacerdote con la Custodia en alto y la inmensa cantidad de diablos postrados ante ella frente a la iglesia. La festividad atrae a muchos turistas que quedan embelesados con la impactante imagen.
La música y el baile continúan mientras los Diablos quienes pagan una promesa religiosa al convertirse en demonios de rojas vestiduras y coloridas máscaras visitan las casas de algunos Diablos difuntos. La celebración termina cuando al final de la tarde suenan las campanas de la iglesia y la hermandad se dispersa hasta el próximo año, cuando volverán a representar este rito donde el bien debe prevalecer sobre el mal.
Los Diablos danzan al son del repique de la caja, un tambor típico. Bailan por las calles del pueblo para luego arrodillarse al unísono frente a la iglesia, permaneciendo postrados en señal de respeto al Santísimo mientras el sacerdote los bendice.
Después de un baile por todo el pueblo, con los demonios sintiéndose poderosos y retando a todo lo sagrado, resulta impresionante el espectáculo del sacerdote con la Custodia en alto y la inmensa cantidad de diablos postrados ante ella frente a la iglesia. La festividad atrae a muchos turistas que quedan embelesados con la impactante imagen.
La música y el baile continúan mientras los Diablos quienes pagan una promesa religiosa al convertirse en demonios de rojas vestiduras y coloridas máscaras visitan las casas de algunos Diablos difuntos. La celebración termina cuando al final de la tarde suenan las campanas de la iglesia y la hermandad se dispersa hasta el próximo año, cuando volverán a representar este rito donde el bien debe prevalecer sobre el mal.
