¿Qué tiene que ver la torre Tatlin, aquel proyecto utópico que nunca saltó de la maqueta a la plaza Roja con las teorías capitalistas del neoyorkino Milton Friedman? ¿Qué tendría en común el economista nacido en el año que se hunde el Titanic, 1912, con aquella ocurrencia arquitectónica concebida hace justamente cien años en la rusa convulsa, de la posguerra, y que en medio de tanto jaleo jamás vio la luz? ¿Cómo juntar el mensaje del acérrimo defensor del mercado con aquél que quería construir una babélica o pizziana –por inclinada- torre más alta que la de Eiffel -400 metros- en honor a la III Internacional Comunista y más alta, claro, que todos los rascacielos del poderoso país del Norte?
Desde el lodazal que es el caos que vive, vivimos, donde los extremos no se juntan, por ahora, Juan Carlos Rodríguez no solo escribe una novela: Petra Narcisa: memoria de la barbarie contemporánea. Siente tan hondamente la realidad que basado en sus propios textos, o cavilaciones, hace un trabajo plástico que pone a los observadores boquiabiertos. Lecturas desde el tremendal: manual Tatlin, manual Friedman es una muestra en la que –en tiempos de tejido roto y de una sociedad detrás del hilo (constitucional)- evidencia la posibilidad de coser en equipo los dos polos. Los extremos. Lo imposible. Su trabajo también parece irrealizable. Jalado por los pelos. Y no, de hecho, cabello tiene.
En los Secaderos de La Trinidad, en la Casa de la Hacienda, ocho telas reconstruyen ¡con chimó! aquella construcción de hierro y acero que, además de contener la sede de la Internacional y varios restaurantes, podría dar vueltas como si vida tuviera. Cosido con cabello y por pobladores de la dolida frontera colombo venezolana, Rodríguez hace esta trama que, en sala, acompañan dos videos que recogen al propio creador realizando una lectura de las opiniones de Milton Friedman, lectura que realiza frente a la sede del Banco Central de Venezuela y el Ministerio del Poder Popular para la Economía. Ahí acaso los puntos álgidos que él contacta. “En el medio una frontera que permite la confluencia”, dice Zavarce. En efecto, la de Venezuela, la de la calle, la de las ideas, la del arte.
Casa de la Hacienda
Exposición
Febrero, 2019